El Diario de Dasha

Hola! Hace tiempo que no publico nada, asi que aqui les dejo una pequeña historia que escribí :)

El Diario de Dasha
Hace 50 años,en Ucrania, desapareció Dasha, una adolescente de 17 años y poco tiempo después se dio a conocer una historia muy peculiar, la cual se propago rápidamente por todos los medios.
La mayoría de gente creía que Dasha había huido después de que su novio la dejó por otra, pero esa no era la verdad.
El rumor empezó en las calles, en la boca de Alicia, la chica morena y pequeña que vivía en la calle 654 Andriivskiy. 
Alicia afirmaba que Dasha había desaparecido en el mar, cuando le preguntaron que por que creía esto, ella demostró las pruebas; el diario de Dasha.

Abril 7, 1965
Querido Diario, hoy fui a la playa a las 11:45 de la noche, porque se supone que esa es la hora a la que salen las ninfas marinas, pero no pude encontrar ninguna, seguí el ritual al pie de la letra , me paré en la orilla, cante la canción, dí las 9 vueltas y no apareció nadie… supongo que intentaré de nuevo mañana, no voy a perder la esperanza.
Alicia tenia la teoría de que Dasha volvió al mar esa misma semana, encontró a las ninfas y se fue con ellas.

Y de hecho así fue, Dasha volvió a la playa al día siguiente repitió el ritual, y finalmente, después de años de intentos fallidos vió 5 sirenas acercarse a ella. Eran hermosas, tenían rostros y cuerpos celestiales. Eran sin duda los seres más increíbles del planeta.
Las ninfas se acercaron despacio y le dijeron

 “ ¿Por qué nos has invocado niña humana?”
Dasha balbuceo:  “ Quería saber si me ayudarían a ser una sirena como ustedes.” “ ¿Por qué quieres ser una ninfa marina? le pregunto la líder del grupo, una sirena de piel blanca y cabellos dorados.
“ Porque quiero ser hermosa”. “Esta bien, te ayudaremos, pero primero debes prometer que harás todo lo que te ordenemos y seguirás las reglas del código de sirenas sin importar lo que pase.

  Dasha nunca se hubiese imaginado las cosas que tendría que pasar después de hacer esta promesa, pero la hizo porque “ya no tenia razones para ser humana”.Sin darse cuenta sus labios dijeron “lo prometo”, apenas pronuncio estas palabras sintió el dolor más horrible que alguien pueda imaginarse, era como si algo la asfixiara, sentía los huesos de sus piernas desaparecer despacio, como si estuvieran siendo golpeadas por martillos, el martilleo llegó hasta la pelvis, después sintió como se estiraba su piel deshuesada y la moldeaban como si fuese plastilina. Pero la agonía continuó cuando le empezaron a crecer colmillos filudos como de vampiro.

 Dasha quería llorar, pero las lagrimas no le salían. Al haber terminado la transición Dasha se encontraba en un lugar desconocido, no sabía moverse bien, su cola le pesaba y no podía llorar.

“ No lo intentes mas” le dijo una voz a su espalda, cuando Dasha se dio la vuelta vio a una sirena morena, preciosa.

“ ¿Don-donde estoy?’ pregunto Dasha.
“ En el fondo del Mar Mediterráneo” le respondió Claus.
“ ¿Quién eres tú?
‘Soy Claus, sirena especializada en la casería”.
“En la casería de qué?
“ De comida”
Dasha cayó en cuenta de que nunca se había preguntado que comen las ninfas marinas. 

Así que preguntó:
“ ¿Y que comen?’’

Claus la miro con cara de preocupación. “Yo no soy la indicada para hablarte de esto, a su tiempo ya lo verás. Ahora ve a tu habitación, es la número 49, mañana será un largo día. Por cierto, las sirenas no podemos llorar, nuestras lagrimas son sagradas y la única manera de conseguirlas es horas antes de morir así que no lo intentes mas.”

Dasha fue a su habitación y durmió profundamente.
Al día siguiente despertó y se dirigió al comedor, aunque le tomó un tiempo encontrarlo, con la luz pudo ver con claridad, estaba en una especie de castillo con muchas habitaciones, y una sala comunal gigante que era usada como comedor.

Se sentó en la larga mesa, todas las sirenas ya estaban ahí.
“Queremos dar la bienvenida a Misty” dijo la líder, que se llamaba Savah.
Todas las sirenas hicieron una reverencia, a Dasha le molesto que le hayan cambiado de nombre, pero no dijo nada.

Algunas sirenas salieron de la cocina trayendo la comida en platos de oro.
“Misty, esta es una reunión especial”, normalmente todas salimos a cazar nuestra comida, pero estamos haciendo esto para que tu iniciación a nuestro mundo sea más agradable.
‘Gracias” dijo Dasha y sonrió.
Estiró un poco el cuello y al ver lo que contenían los platos, vomitó.

Eran corazones humanos.
Savah se acerco y le susurro en el oído que tenía que comerlos para sobrevivir.
Cuando Dasha se recupero le pregunto por qué.
“Estos corazones son de gente pura, bondadosa y feliz, son nuestra única fuente de belleza”.

“Qué pasa si no los cómo? pregunto Dasha otra vez.
Morirás, pues las sirenas no podemos comer nada más, y es tu obligación comer. Lo prometiste.
Dasha apenas tocó el corazón que le sirvieron, pues no pudo evitar pensar que pudo haber sido de cualquier persona inocente que ella conociera.
Dos horas después, la mandaron a la casería con algunas sirenas más.
Su objetivo era atraer a algún humano con su canto, mirarlo fijamente a los ojos y matarlo. Guardar el corazón y llevarlo al palacio.
Dasha estaba horrorizada y sabía que no podría hacerlo, se sentía débil porque no había comido nada y tenía miedo de lo que pasaría después.

Presenció actos horribles, contra corazones inofensivos de niños, adultos y ancianos.
 Se sentía devastada, simplemente no podía hacerlo, no podía matar a humanos cuando ella había sido una.

Habían pasado ya 3 días y Dasha no comía nada, Savah se dirigió a su habitación y le pregunto que le pasaba.

-       Lo siento Savah, no puedo hacerlo, no puedo comer estos corazones, no puedo matar gente y si debo morir por débil, pues lo haré.
-       No es tan fácil querida niña, tú prometiste que harías todo lo que te digamos y si no vas a cumplir con tus palabras, deberás sufrir las consecuencias.

-       ¿Qué consecuencias? Preguntó Dasha.
-       Has desobedecido Misty, las sirenas valoramos mucho las promesas y tú no has honrado el código, ahora verás que ser sirena no es tan fácil y hermoso como tu creías, y por tu actitud superficial, deberás matar a tu madre y comerte su corazón.

Dasha quería llorar.
-       No lo haré Savah, y tú no puedes obligarme.
-       Si no lo haces morirás.
-       Prefiero morir que matar a mi madre- le respondió Dasha.
-       Así no funcionan las cosas aquí.

Savah agarro a Dasha con fuerza, la miro a los ojos con su mirada hipnotizante y le dijo “lo harás”.
Dasha no podía llorar y sabía que iba a hacerlo porque Savah la había hechizado y eso la hacía sentir más débil aún.
Subió a la superficie, y vió a su madre buscándola y gritando su nombre mientras lloraba.
Dasha se acerco a su madre y la vio a los ojos, una lágrima resbalo por su mejilla. Su madre lo entendió todo con una sola mirada. Sonrió y se entrego a Dasha. Ya se imaginan que pasó luego.
Dasha comió el corazón de su madre, pero igual falleció, pues horas antes ya había llorado. Las últimas palabras que sus oídos escucharon fueron las de Savah que le dijo:

“La belleza no lo es todo.”


-Tha

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