Espontaneidad y luz.


Y llegas tú a darme algo que ni sabía que necesitaba, a completar mi rompecabezas, encajando tus perfectas manos en las mías. 
Llegas a derretirme con tu sonrisa y el par de holluelos más lindos que hay, y a hacerme reír y reír sin parar. 
Me mueves el piso, me cambias el mundo, con esa simplicidad tuya que vino a contrarrestar mi caos. 
Tu espontaneidad e interés, que me sorprendieron, llenaron de mariposas e hicieron ver estrellas. 
Y tu brazo a mi alrededor, posado tan naturalmente que casi parece que fueran uno para el otro, que sólo es la descripción gráfica de ése apoyo, de esa mágica conexión. 
Efímero y perfecto, y con un aftertaste inolvidable, casi tanto como tú.
No puedo evitar pensar e imaginarme cien mil escena(rio)s de todo lo que pudo haber sido, de todo lo que desearía que hubiese sido. 
No puedo evitar preguntarme si en algún momento me extrañas también, con ésa sensación rara, porque no tiene sentido que me hagas tanta falta, pero aún así el tiempo sin vos se me hace eternidades.
No puedo evitar frustrarme al hacer justo lo que me prometí que no haría: "No te aferres, niña, a algo que no puedes tener" me dije. 
Y quizás ahí esté la magia, en el límite y en la impotencia. 
En haber disfrutado lo que nació, y surgió llenándolo todo de luz, e intensidad, y una inexplicable alegría, para quedarse brillando en el recuerdo de algo espontáneo.
Espero volverte a encontrar, espero volver a verte reír, porque de otro modo estaré siempre anhelando tu chispa.


-is

Comentarios

Entradas populares